La importancia del desayuno
Muchos desconocen exactamente por qué es tan indispensable la primera comida del día para el óptimo desempeño de todas las funciones del organismo. A continuación, algunos datos saludables
Romper el ayuno, eso es lo que significa desayunar. Sin embargo, muchas personas "prolongan esta abstinencia" hasta bien entradas las horas de la mañana; otras ni siquiera lo tienen como práctica habitual; y algunas, consideran que con sólo una taza de café y un par de galletas están cubriendo sus necesidades básicas.
Muchos desconocen exactamente por qué es tan indispensable la primera comida del día para el óptimo desempeño de todas las funciones del organismo. A continuación, algunos datos saludables
Romper el ayuno, eso es lo que significa desayunar. Sin embargo, muchas personas "prolongan esta abstinencia" hasta bien entradas las horas de la mañana; otras ni siquiera lo tienen como práctica habitual; y algunas, consideran que con sólo una taza de café y un par de galletas están cubriendo sus necesidades básicas.
"Yo no puedo comer tan temprano", "no me da tiempo", "más tarde como algo", "quiero bajar de peso"; son algunas de las tantas excusas que suelen tener aquellos individuos que ignoran los efectos que tiene en el organismo el permanecer más de ocho horas sin consumir alimentos. Es cierto, no caerán desmayados por la inanición, pero sí pasarán el día con decaimiento, estarán malhumorados y les costará concentrarse en sus tareas cotidianas.
Este panorama se torna un poco más complicado cuando ya se es madre o padre, y se tienen estos "no tan idóneos" patrones alimentarios; y es complicado, porque los niños aprenden básicamente del ejemplo que les dan las personas que les rodean, en especial de sus padres. Si los adultos no poseen buenos hábitos alimentarios, será una dura labor lograr que ese niño o niña adquiera un sano comportamiento frente a la comida.
¿Cómo debe estar compuesta esa primera comida?
El desayuno tiene que tener, por lo menos, tres de los cinco grupos de alimentos. Es decir, la primera comida del día debería constar de una porción de cereales, una de lácteos y otra de frutas.
El desayuno ideal es aquel que se toma en dos partes, la primera al levantarse y la otra a media mañana, lo que favorece el equilibrio de los niveles de glucosa en la sangre. Por otro lado, el desayuno también debe cumplir con ciertos requisitos:
- Energético: Debe aportar entre 20 y 25% de las necesidades calóricas diarias. Los carbohidratos y azúcares juegan un papel importante porque tienen acción directa en el funcionamiento del cerebro y los músculos. Los cereales son sinónimo de "energía concentrada". Contienen proteínas, glúcidos, lípidos, sales minerales, oligoelementos y casi todas las vitaminas que necesita el organismo. Se recomienda consumirlos integrales, y evitar los que ya han sido refinados, para asegurarse el consumo de la cantidad adecuada de fibra.
- Formador: Tiene que incluir proteínas y calcio, presentes principalmente en los lácteos, fundamentales en la formación de la masa ósea y, por ende, en el crecimiento.
- Regulador: Las fibras, vitaminas y minerales presentes en las frutas permiten mantener a raya los radicales libres y ayudan a liberar las toxinas acumuladas en el tracto intestinal. Los diferentes nutrientes que en cantidad y calidad diversas contienen las frutas en general, constituyen un aporte de capital importancia para el adecuado funcionamiento del cuerpo humano.
- Variado: Deberá ofrecer una buena combinación de los distintos alimentos para que a los niños les resulte apetitoso y equilibrado.
Beneficios del desayuno
- Mejora el estado nutricional: Esta primera ración de alimentos facilita la provisión de la mayor parte de los nutrientes que el organismo va a necesitar durante el día. Quienes desayunan adecuadamente suelen consumir menos cantidad de grasa, sus comidas son más ricas en carbohidratos complejos, fibra, vitaminas y minerales.
- Control de un peso adecuado: Curiosamente, la costumbre de no desayunar, o hacerlo de manera deficiente, no combate la obesidad; contrariamente, facilita su padecimiento. Estudios han demostrado que la grasa corporal disminuye en ambos sexos al aumentar el porcentaje de calorías en el desayuno.
- Permite un mejor reparto de la energía: Fraccionar las calorías diarias en cuatro o cinco raciones evita recargar las comidas consideradas como "principales".
- Reduce el riesgo de que aumente el colesterol: Con un buen aprovisionamiento al comienzo de la mañana, la persona tiene menos necesidad de estar "picando" entre comidas y se verá menos tentada a recurrir a las conocidas "chucherías".
- Mejora el rendimiento físico e intelectual: Cuando se omite la primera comida, el organismo pone en marcha una serie de mecanismos de alerta, como el descenso de la insulina y el cortisol, para mantener los niveles de glucosa en la sangre. Estos cambios hormonales bruscos inciden negativamente en la salud.
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